Soy Lola Fernández de la Torre

Te comparto toda una vida dedicada a la enseñanza e investigación.

Hablo de integración de la IA, de prevención y gestión de conflictos, y sobre cómo lograr mayor armonía y productividad.

CULTIVA TU RED CON INTERACCIÓN (NO SOLO CONTACTOS)

¿Recuerdas esa sensación de volver de un congreso o de un evento, con un puñado de tarjetas de visita nuevas y la vaga promesa de "mantenernos en contacto"?

¿Y las veces que esas tarjetas acabaron en un cajón del despacho?

Una conversación jugosa, que prometía una colaboración, un “seguimos hablando la próxima semana”…

Una conversación que no, no continuó. Ni esa semana, ni ese año, ni el siguiente.

El gran engaño de las "redes de contactos"

Vamos a ser sinceros: tener 500+ conexiones en LinkedIn o una agenda llena de emails de otros investigadores no significa absolutamente nada. Nada-de-nada.

Me pasé mis primeros años obsesionada con "hacer networking" en cada congreso al que iba, compilando contactos, con la esperanza de colaborar en futuros proyectos o publicaciones. Alguna dio fruto, pero fueron las menos.

Hasta que me di cuenta de esto: había conocido a muchísima gente, pero no fructificaban los intentos de contacto (y eso que los hubo).

Lo que se llama quedarse en agua de borrajas.

La diferencia entre contactos e interacciones (y por qué importa)

Los contactos son nombres en una lista. Las interacciones son historias compartidas.

Una colega de otra universidad me confesó no hace mucho: "Tengo 3.000 y pico seguidores en X (Twitter) académico, pero cuando publiqué mi último paper en esa red, solo 5 personas lo comentaron con cierto interés".

Eso duele, ¿verdad?.

Hay que acostumbrarse a que las publicaciones tienen como objetivo prioritario mejorar nuestro currículum para conseguir una plaza o para acreditarse para opositar.

Tres formas de transformar contactos en aliados reales

1. La regla del 1x3 (o cómo dejar de ser un pesado)

Por cada favor que pidas, ofrece tres cosas primero. Así de simple. Antes de pedirle a alguien que revise tu paper, envíale antes un artículo relevante para su investigación, comparte uno de sus trabajos, felicítale por un logro reciente, compártelo en redes, cita algún de sus publicaciones…. Es como ir preparando la alfombra roja para esa persona.

Si tenemos este tipo de detalles, la probabilidad de una respuesta afirmativa, el ansiado SI, es la más probable.

2. Las interacciones micro pero significativas

Olvídate de los grandes gestos. Un comentario específico sobre su último artículo (y específico significa que REALMENTE lo has leído) vale más que 20 "Felicidades por tu publicación".

Te pongo un ejemplo: "Me encantó la sección de metodología en la página 7, especialmente cómo abordaste la limitación X" es infinitamente más poderoso que un genérico "Gran trabajo, colega".

Se trata de mostrar implicación verdadera, no de hacer ruido pelotero.

3. La vulnerabilidad académica ¿es un poder?

Muestra tus debilidades. Puede parecer contraintuitivo, pero no suele fallar.

Pero ojo, que no se trata de ir haciéndote el triste o la víctima académica, a la espera de que te salven la vida, para mover el culo lo menos posible.

Esto va de ser auténtico, de no fingir necesidad… Y te aseguro que he conocido

algunos casos de victimizados a la espera de que alguien les resolviera la papeleta.

Resumiendo: reconoces a la otra persona + te implicas en su producción + te muestras auténtico

¿Te gustaría que se mostraran así hacia ti? ¿Que reconocieran de verdad tus esfuerzos, y te hablaran desde la autenticidad?

El error que casi todos comentemos

El trueque académico, la transacción manida: "Te cito si me citas", "Te invito si me invitas". Suena lógico, pero resulta mortífero para fijar conexiones personales de verdad.

Porque, claramente, se está priorizando el propio interés. No nos engañemos. Al menos, seamos honestos con nosotros mismos, no sé, digo yo.

Alguna vez he cedido al trueque, al "nos citamos mutuamente en nuestros próximos papers, ¿te parece?". Salvo excepciones, se fundamenta en una relación profesional estéril que apenas pasa de ese intercambio de intereses.

Te cuento mi táctica personal

Cada semana, escojo al menos a DOS personas de mi red e invierto varios minutos en cada una. No para pedirles nada, sino para compartir algo relevante para ellos. Un artículo, un comentario, una idea. Lo llamo mi "inversión relacional de 20 minutos".

Eso sí, si comento no pongo "Genial", "Gracias" o "Interesante aportación", sino que le dedico tiempo de calidad a entender y comentar lo que ha escrito.

¿El retorno de esa inversión? Voy comprobando una mayor visibilidad en redes de calidad, como LinkedIn. Y también se empieza a fomentar alguna que otra propuesta de colaboración.

¿Cómo cultivas TÚ tus relaciones académicas? ¿Tienes alguna estrategia que te funcione especialmente bien? Responde a este email y cuéntamelo. ¡Aprendo tanto de vuestras experiencias como vosotros de las mías!

PD: Las redes académicas son como jardines, se cultivan día a día. Y sí, a veces hay que arrancar alguna mala hierba para que florezca lo valioso. Y hay que seleccionar la tierra, o red, donde decides echar tu tiempo y tu esfuerzo.

COMPARTE

Suscríbete ahora.

Regístrate a mi newseletter VIDA ACADÉMICA para recibir información e historias muy interesantes directo en tu correo electrónico antes que cualquier persona