Si me lees por aquí, ya sabes que me apasiona explorar cómo la Inteligencia Artificial está redefiniendo el mundo, especialmente en la educación.

En el Blog, ya te he contado un poco sobre mi trabajo "tras bambalinas" en la Universidad de Málaga, creando contenidos o debatiendo sobre el futuro de la docencia con IA, liderazgo, investigación, lo que pasa en las aulas...

Pero hay más piezas en este puzle que quiero compartir contigo, porque creo que son las que dan forma a mi perspectiva y a lo que intento transmitirte en cada post.

Verás, una parte fundamental de mi día a día (y de lo que disfruto muchísimo) es tener la oportunidad de compartir lo que aprendo y lo que vivo. No solo a través de la escritura, sino de charlas y cursos, aparte de lo que enseño en la uni.

Estos ocasiones son, para mí, una forma de desarrollar conceptos complejos y de demostrar cómo estas ideas pueden aplicarse en la práctica, haciendo que la información cobre vida y sea realmente útil.

Al fin y al cabo, las ideas están por ahí, pero lo que marca la diferencia es la acción y la implementación.

En estas sesiones, ya sean formales o informales, busco ir más allá de la técnica. Me interesa mucho explorar el significado profundo de lo que estamos viviendo:

¿Qué implica realmente aplicar la IA en nuestro trabajo o en nuestra vida?

¿Cómo está cambiando nuestro estilo de vida?

Esto me conecta directamente con otra faceta importante para mí: la mediación. Mi experiencia como mediadora me ha enseñado el poder que tiene entender a las personas, sus miedos, sus deseos ocultos y sus motivaciones más allá de lo evidente.

Ser mediadora me ha mostrado la importancia de saber escuchar (y callar) para realmente comprender y encontrar puntos de conexión, incluso en situaciones de conflicto.

Es un ejercicio constante, que me permite salir de mi propia cabeza para intentar entrar en la del otro.... y poder empatizar, tras entenderle mejor.

Esta habilidad para navegar el conflicto y buscar la comprensión es algo que aplico en todo, desde analizar cómo se recibe un mensaje, hasta cómo ayudar a alguien a gestionar una situación difícil (incluso con ayuda de herramientas como la IA, si tiene sentido).

Todo esto se asienta en algo que para mí es fundamental: una reflexión constante sobre los valores y la consciencia. No se trata de tener desde un sentimiento sensiblero, sino de entender lo que realmente nos mueve, de ser honestos con nosotros mismos (con nuestras virtudes y defectos, sin miedo al juicio), y de buscar una sabiduría que nos ayude a vivir con menos sufrimiento, a gestionar lo adverso y a encontrar la felicidad en lo simple.

Es una especie de viaje interior que me permite conectar puntos y entender la razón por la que hacemos las cosas, tanto en nuestra vida personal como en nuestra profesión o en la forma en que enseñamos y aprendemos.

Compartir estas ideas sobre la consciencia, la ética y los valores es, para mí, una manera de aportar valor que va más allá de la mera información, buscando provocar una emoción o una reflexión que genere una reacción.

Así que, cuando me lees por aquí, o cuando tengo la suerte de coincidir contigo en una charla o un curso, o cuando hablo de mediación, de valores o de consciencia, debes saber que todo viene de este lugar: una combinación de mi curiosidad por la tecnología y la educación, mi experiencia directa al compartir conocimiento, mi aprendizaje constante sobre el comportamiento humano a través de la mediación, y mi propia búsqueda de una vida más plena y consciente.

No se trata de ser perfecto, ¡para nada! Se trata de ser auténtico, y de compartir un camino que, espero, también pueda ser interesante y útil para ti.

Gracias por dedicar tiempo a conocerme un poco más. ¡Me encantaría saber qué piensas en los comentarios!